En familias canadienses. En las familias sólo habrá un estudiante de habla hispana, aunque puede haber alguno de otra nacionalidad.

En las familias del programa  se intentará que haya, como mínimo, un adolescente de la misma edad o con tres años de diferencia como máximo del participante.

La familia proporciona al estudiante 3 comidas diarias. Todas las comidas las realizan con la familia o si se está realizando alguna actividad se puede proveer de un “packed lunch” que sustituya la comida. Un rasgo muy característico de los canadienses es darle al estudiante desde el principio libertad para que se sirva él mismo como uno más en la casa.

En todas las familias el idioma que se habla en casa es el inglés por lo que la inmersión del estudiante es completa en el tiempo que pasa con ellos. El participante es el único estudiante hispanohablante de la casa durante el programa. El alojamiento se realiza en habitación individual o compartida con otro estudiante (no hispanohablante) o con un hijo de la familia de edad similar y mismo sexo que el participante.

Las familias incluyen a los estudiantes  en su quehacer diario y se comprometen a hacer varias actividades con ellos a la semana. Estas actividades no siempre tienen que ser visitas locales, actividades recreativas,  o excursiones que también se realizan, sino que pueden ser de cualquier otras muchas (ir de compras, ordenar la casa, limpiar el jardín, asistir a una reunión familiar, ir a hacer deporte, etc.)

Los estudiantes cuentan con la supervisión de los coordinadores locales durante todo el programa. Asimismo, el coordinador general bilingüe realiza visitas periódicas y acude inmediatamente ante cualquier  situación que lo requiera.

El curso tiene lugar en el mes de Julio y tiene una duración de tres o cuatro semanas. Asimismo tiene un número cerrado de alumnos  para evitar la masificación.

Los estudiantes están cubiertos por un seguro de viaje que incluye accidente, enfermedad, atención médica, hospitalización, etc.